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martes, 4 de enero de 2022

EL PALACIO Y EL TRONO

Entretanto, en el inmediato y desbaratado palacio de su mente, el gran arquitecto dirigía por encargo de las más acaudaladas familias de la corte con mano férrea y medios ilimitados las labores de restauración de la gran sala del trono.

Sin embargo, en la lejana y compuesta realidad física de la vida mundana, el gran arquitecto no era más que un sencillo albañil de barrio, la pobre familia que le había encargado la obra era la de una vecina conocida de un compadre de copas del bar de la esquina, no tenía peón a quien dar la más mínima orden, y la restauración no era más que una sencilla ñapa en un minúsculo cuatro de baño.

Eso sí, no podremos negar que, tanto en su mente como en el mundo real, el trono sí que era un trono.

miércoles, 22 de septiembre de 2021

REFIESTA

Si la cara que veo en el espejo es retrato del resacón que llevo encima, desisto de intentar afeitarme, no sea que me acabe degollando con la maquinilla, y eso que es eléctrica. Tengo una marca tremenda en el cuello que espero que sea un mordisco de un vampiro porque no quiero pensar quién ha sido capaz de acercarse a mí hasta el punto de hacerme un chupetón sabiendo como sé ahora las condiciones en las que debía de estar. Tirar a la basura la ropa blanca convertida en una masa de color rosa-mugre ha sido una de las experiencias más terribles de mi vida. Ese olor a vino rancio… ¡y lo que no es vino…! ¿Y yo he llevado esa ropa puesta tres días? El escalofrío que me corre por la espalda sólo de pensarlo está a punto de tumbarme al suelo. Si por lo menos recordase algo… Tengo medio cerebro en cortocircuito y el otro medio… no sé, creo que lo he perdido. 

El móvil arde. Dos mil mensajes y creciendo: menuda juerga, pasada, ambiente, desmadre, maravilla, gozada… y yo no recuerdo nada. Pero es que nada de nada. Toda la vida soñando este viaje y estoy en blanco. ¡Hay que ser imbécil! Años escuchando a la gente hablar maravillas de esta fiesta tan famosa, años ahorrando para fundirlo todo a lo salvaje, años intentando que las fechas de todo el mundo cuadrasen para ir juntos y tener un recuerdo común para toda la vida… ay, que se me va la cabeza.

Me derrumbo en el sofá y no dejo de ver más y más mensajes: pasada, genial, a repetir, movidón, la leche, la bomba, la caña… 

Y así paso el día, sin atreverme a pedir alguna foto o algún comentario que haga que mi memoria se ponga a funcionar, avergonzado de haberme perdido semejante fiesta. Leo los mensajes a puñados intentando que alguien comente alguna anécdota, algún hecho, alguna conversación que me dé una pista sobre qué leches ha ocurrido durante tres días, pero lo único que leo son exclamaciones acompañadas de muchas fotos sueltas que no tienen contexto ninguno: grupo de ropas blancas sujetando vasos, grupo de ropas rosas sujetando vasos, grupo de ropas renegridas sujetando vasos… hasta que me doy cuenta de que los mensajes siempre se repiten en la misma línea: que si releche, que si rebomba, que si recaña… pero nadie cuenta nada…

Nada de nada…

Y comprendo que ellos, todos ellos, saben exactamente lo mismo que yo: nada.

¡Nada de nada!

¡Joder, ésta sí que ha sido una fiesta de mil pares!


lunes, 17 de mayo de 2021

NUNCA ES DEMASIADO TARDE

 

Tras una vida repleta de desastres dando tumbos de acá para allá, perdida la esperanza de enderezar el rumbo a estas alturas de la película, sin más intención que la de protagonizar un epílogo sin demasiados sobresaltos, te encontré, y aunque creía haber acumulado experiencia suficiente como para darme cuenta de qué va esto de vivir, debo reconocer que desde que te conozco me he dado cuenta de que nunca es demasiado tarde como para, una vez más, volver a meter la pata.

viernes, 14 de mayo de 2021

GRAMÁTICA Y ARQUITECTURA

En Abril de 2021 el IES López de Arenas de Marchena convoca el I CONCURSO DE MICRORRELATOS "DE LA IMAGEN AL TEXTO" del que hemos quedado finalistas.
Con una foto del Pazo de Meirás, se debía componer un microrrelato:


GRAMÁTICA Y ARQUITECTURA

El arquitecto muestra orgulloso el proyecto a su mentor, que inspecciona los planos para construir en su mente los volúmenes allí dibujados. Al rato, y como volviendo de dar un paseo por el edificio ya construido, el veterano alza una ceja y mira fijamente a su joven protegido.

–Esta obra es para un escritor, ¿verdad? –le dice sonriendo.


El arquitecto más joven, que se tiene por hombre discreto, inspecciona los planos intentando descubrir dónde ha dejado una pista tan evidente de la profesión de su cliente.


–Sí –dice rindiéndose–, concretamente para una escritora. Pero nadie lo sabe y a nadie se lo dije, así que, maestro –hace un gesto de impotencia hacia los planos–, ¿cómo lo supo?


–Es evidente –dice el veterano, no sin cierta sorna–, ya que si no, ¿a santo de qué ibas a proyectar una torre en mayúsculas y otra en minúsculas, si no es para alguien acostumbrado a semejantes distinciones en su profesión?








domingo, 6 de septiembre de 2020

UNA REFLEXIÓN CERVECERA

Esta mañana me he levantado a la hora que me ha dado la gana. Café a un ritmo pausado escuchando crecer la hierba y luego me he puesto la gorra y los guantes para pegarme un par de horas de curro en el campo. Campo de campo, o sea árboles, prados y bichos, nada de campo de juego con balones, pelotas o elementos de tortura similares, no: carretilla, hacha, pala, azadón, etc. Cosas del gimnasio rural.


Cuando me he cansado y el sol quemaba demasiado, he abierto la nevera y me he servido una buena cerveza. Nada de botellín a morro: botella grande, jarra helada del congelador y servicio lento y espumoso. También ha sido una cerveza con con bicho flotante, ya que me la he tomado sentado en la calle a la sombra, y el campo es lo que tiene: bichos. He alabado el buen gusto de ese bicho por la cerveza y la hemos compartido. Quién soy yo para impedirle ese placer a otro ser vivo.

Estaba en ello cuando he mirado al cielo y he visto una bandada de buitres dando vueltas. No sé si alguna vez habéis visto una de estas bandadas. Es algo espectacular porque son verticales, como un grandísimo cilindro formado por decenas de pájaros enormes que parecen flotar en el aire porque ni siquiera mueven las alas. Al buitre más bajo le ves hasta las plumas, pero el más alto se escapa de tu límite visual y no es más que un puntito... si tienes buena vista.

Han estado dando vueltas un buen rato, y yo mirando embobado mientras compartía mi cerveza con el bicho, hasta que me he dado cuenta de que estaban dando vueltas sospechosamente por encima de mi casa. Justo por encima de mi casa.

Por un momento he pensado que es imposible haber tenido una mañana tan plácida. Todos sabemos que estos momentos de placidez sólo salen en las novelas románticas o en los anuncios de la tele, así que lo más probable es que, sin darme cuenta, la hubiera espichado y estuviera viviendo mis últimos momentos en una especie de limbo placentero antes de pasar a otro plano. He pensado que debería aprovechar ese último instante de consciencia haciendo algo realmente importante y no desperdiciar ese momento extra que se me había concedido.

Así que he apurado hasta la última gota de mi cerveza.

Y que bajen los buitres, que yo ya he cumplido.

viernes, 21 de junio de 2019

TENTACIÓN


... y ellos se escondían tras los arbustos, tras las columnas, volviendo loca a la niñera, que los llamaba y los llamaba, y que no los conseguía encontrar en aquel jardín tan enorme, así que, harta de dejarse la voz en vano, simplemente se plantó en el centro de un claro donde sabía que ellos la estarían observando y levanto la mano con la esperanza de que ellos acudirían voluntariamente, ya que no hay niño que pueda resistirse...



... a un sabroso helado de cucurucho.

miércoles, 22 de febrero de 2017

DIALOGO NACIONAL

- ¿Y tú de qué equipo eres, del barsa o del madrí? - me dice sonriendo.

- Sinceramente, de ninguno - le contesto tras una pausa.

- Ya, ya, lo entiendo. Pero como equipo, ¿cual prefieres, el barsa o el madrí?

- Es que no me gusta el fútbol y me da lo mismo, de verdad.

- Sí, sí, lo entiendo - ríe condescendiente - . Pero seguro que sigues la liga o la copa, a ver si la gana el barsa o el madrí.

- Bueno, suelo prestar atención al resultado del equipo de mi pueblo cuando sale por las noticias, pero lo cierto es que no me interesa y tampoco pierdo el tiemp...

- Sí, sí, que lo entiendo - dice con vehemencia, cortándome. Me pone una mano en el hombro para darme ánimos, casi con desesperación. - Pero si jugasen el barsa contra el madrí, ¿a cuál preferirías?

Tomo aire.

- Mira - le digo, derrotado -, si en el fútbol existiera la posibilidad de que en un mismo partido pudieran perder los dos, me encantaría que perdiesen los dos.

Se calla. Me mira sin pestañear. Creo que no respira.

Vale. Ahora sí que lo entiende.